Juguete para personas demandantes y exquisitas. Diez (10) velocidades para no aburrirse nunca, y elegir en cada encuentro una experiencia diferente. Las orejas tienen una forma y distancia entre sí que posibilita pasarlas entre los bordes del clítoris, rodeándolo, generando un contacto muy provocador y sutil, que excita sin igual a la mujer, deseando más y más estimulación. A su vez, puede ser introducido y estimular el punto G con la redondez de la cabeza del conejo.